02 septiembre, 2009


El zorro ártico es un animal increíblemente resistente que puede sobrevivir en las temperaturas frías del Ártico (-50 °C). Es peludo, con orejas y hocico corto, algo importante para su adaptación al clima frío.
Los zorros del Ártico viven en madrigueras, y en medio de una ventisca pueden cavar un túnel para resguardarse.Son de un hermoso color blanco, en ocasiones con alguna capa azul-grisáceo que actúa como un eficaz camuflaje de invierno. Los tonos naturales permiten que el animal se confunda con la omnipresente tundra de nieve y hielo. Cuando cambia la estación, la piel del zorro adopta un tono marrón o gris, apariencia que le proporciona protección durante el verano entre las rocas y plantas.Estos camuflajes, también ayudan eficazmente al zorro a cazar roedores, aves e incluso peces; pero en invierno las presas escasean sobre el terreno, y entonces los zorros siguen el rastro de los osos polares, para comerse los restos de sus cacerías. También pueden comer verduras si las encuentran.Al igual que a los gatos, el espesor de la cola ayuda al zorro a mantener el equilibrio, y les es especialmente útil para cubrirse en invierno y de esta forma calentarse.Las hembras dan a luz cada primavera a una gran camada de hasta 14 cachorros.




(Fuente: National Geographic; Traducción: Kassiopea)